Vivimos en un mundo lleno de materiales y tecnologías que afectan la mente. Éstas incluyen alcohol o café, antitusivos de venta libre que contienen DXM (dextrometorfano), antidepresivos con prescripción médica, plantas legales y hierbas como el Piper methysticum (kava), y sustancias químicas ilegales como el LSD (ácido lisérgico). Consumidores de cualquiera de éstas podrían beneficiarse siguiendo las pautas listadas a continuación. Esta lista aplica no solo a aquellos que se consideren “consumidores de droga”, sino también a la amplia mayoría de la población que consuma cualquier sustancia psicoactiva esporádicamente.

1. Investigue los riesgos de salud y los peligros del psicoactivo en cuestión, y de la clase o familia de sustancias a la que pertenece.


2. Aprenda sobre las interacciones y las contraindicaciones con otras drogas recreacionales, medicamentos, suplementos culturistas, dietéticos y vitamínicos, y actividades.


3. Evalúe problemas de salud personales, tendencias hereditarias o adquiridas a contraer determinadas enfermedades, e historial médico familiar.


4. Sea conciente de las legislaciones y penalidades relevantes al uso del psicoactivo en cuestión.


5. Elija cuidadosamente la fuente y/o el producto para garantizar su correcta identificación y pureza. (Trate de evitar materiales de fuente o calidad desconocida).


6. Sepa si la sustancia puede dañar su habilidad de conducir, operar maquinaria, o prestar atención a tareas sensibles.


7. Libérese de responsabilidades que puedan interferir con la experiencia (trabajo, cuidado de niños, etc.), asignándole a alguien más éstas posibles tareas.


8. Anticipe riesgos previsibles hacia uno mismo y hacia otros, para emplear medidas que los minimizen efectivamente.


9. Escoja una ocasión y un lugar apropiados para el uso de la sustancia en cuestión.


10. Decida cuánto usar y mida las dosis cuidadosamente.


11. Empiece con una dosis baja hasta familiarizarse con los efectos de la sustancia y así usar la dosis mínima necesaria para alcanzar los efectos deseados; las dosis más bajas son las dosis más seguras.


12. Reflexione sobre (y modifique) el consumo de la sustancia en cuestión para minimizar problemas físicos y de salud mental.


13. Preste atención y anote cambios en su salud a lo largo del tiempo que puedan estar relacionados al uso de la sustancia.


14. Modifique el uso de la sustancia en cuestión si interfiere con su trabajo o sus metas personales.


15. Coméntelo con sus amigos y familia y acepte sus devoluciones sobre el uso dado a la sustancia en cuestión.


16. Registre reacciones adversas a sustancias y dosis específicas, para así evitar errores recurrentes.


17. Busque tratamiento médico si es necesario.


18. No consuma si la sustancia es sospechosa o si la situación es problemática.

De la misma manera en la que el meme del “set and setting”, introducido en los ’60 para remarcar la importancia del contexto durante el consumo de psicodélicos, los Fundamentos subrayan factores adicionales a considerar durante el consumo de psicoactivos. Basándose en uno de los documentos más antiguos de Erowid, el “Código de Conducta Individual para Prácticas Religiosas Primarias”, esbozado por primera vez en 1996, los Fundamentos del Uso Resposable de Psicoactivos fueron extraídos de la perspicacia y la experiencia de miles de personas, y son aún un trabajo en curso.

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